Cuando un medio de comunicación poco sospechoso, o nada, de mantener una línea editorial cercana al actual gobierno socialista publica opniones sobre Camps como la siguiente: “Los tribunales pueden absolverle de una responsabilidad penal, pero no de la política”, significa que la actitud del Molt Honorable - empeñado en seguir actuando como si nada pasara y que el tema no va con él – ya no tiene ninguna justificación ni defensa.
En el Reino Unido podemos ver estos días como los políticos británicos están pidiendo perdón, llegando a dimisiones en algunos casos, por haber pagado con dinero público artículos para uso personal, como pañales y comida para perros. Aquí no, aquí el Partido popular sigue apoyando de forma unánime al Sr. Camps, organizándole actos públicos de homenaje – algunos esperpénticos como el del “Tio Paco” – y actos institucionales de apoyo contando con la presencia de Alcaldes, Diputados y Consellers.
Si “el Curita”, como le llama su amigo del alma “el bigotes”, hubiera reconocido desde el primer momento su amistad con él, manifestando que este había traicionado su confianza y que se había enterado de sus chanchullos demasiado tarde, se le podría haber tachado de inocente y confiado, pero se hubiera dejado abierta alguna salida política, dejando aparte sus posibles responsabilidades penales. El problema es que no, que el Sr: Camps negó por activa y por pasiva que conociera a ese señor, quedando en ridículo cuando se demostró que era su “amiguito del alma” al que le dedicaba poéticas declaraciones de amor como la culta “te quiero un huevo”.
Volviendo al diario El Mundo: “el interesado no puede distinguir entre la responsabilidad penal y la política porque, como diría Benedetti, Camps no entiende cómo su infinito de caballero blanco salvador del P.P. y de España se ha despeñado en el abismo”.
Buenas tardes y buena suerte.
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