15 julio, 2009

El ancho del embudo

Durante mucho tiempo, los gobiernos locales del Partido Popular en Benidorm han justificado su gestión argumentando su mayoría en las urnas. No importa que esa gestión fuera lesiva para los intereses de Benidorm, que primara el clientelismo o los intereses partidarios y que el agotamiento y la falta de ideas presidieran un periodo que no pasará a los anales de la historia de esta ciudad como de los más brillantes. Los números cantan y, “que nosotros sepamos, trece son más que doce” nos decían a modo de cansina letanía, desde las filas del PP, en alusión al número de concejales/as conseguidos por uno y otro grupo municipal en los últimos comicios locales.

Y así, con ese argumento y sin pararse siquiera a pensar que la diferencia de votos es mínima y que todos/as podemos aportar algo positivo, el equipo del PP ha venido desechando por sistema todas las ideas, mociones, plenos, etc., propuestos por nuestro Grupo.

De nada valía que muchas de esas propuestas merecieran el apoyo de los veinticinco miembros de la Corporación. El buen sentido y el bien común debían rendirse a la soberbia y la prepotencia del equipo del Sr. Pérez Fenoll, o tal vez deberíamos decir de los “concejales de proximidad” del Alcalde.

Así se ha dejado pasar una y otra vez la ocasión de hacer gestión con mayúsculas y de apuntalar nuestra red de infraestructuras municipales en prácticamente todos los ámbitos. Lo de menos era la gestión real. Lo que de verdad importaba era el mundo ficticio, lo virtual y el salir a diario en la foto, haciendo como que se hacía algo. Y si decíamos algo se nos respondía que NO con mayúsculas o como en los casos de la permuta de los terrenos para el segundo Hospital y de las infracciones de la Estación de Autobuses, asuntos por cierto nada claros, se nos acusaba falsamente de oponernos a su construcción, sólo por el mero hecho de pedir que las cosas se hagan legalmente.

Y lo peor es que pese a no hacer nada e incluso subir los impuestos, caso del escandaloso incremento del IBI en un 25%, la deuda municipal del PP ha crecido como si se hubiera hecho una gran gestión. Eso sí, no tenemos segundo hospital, ni casa de cultura, ni centros sociales por barrios dignos de ese nombre, ni un centro jóven, ni más centros de día para mayores y enfermos/as de determinadas patologías, ni se esmeran en aplicar la Ley de dependencia. Por no hablar del abandono de la gestión turística y de la degradada escena urbana.

Pero es que tampoco se paga a los proveedores y cuando cobren será gracias a las ayudas del Gobierno central, que ha permitido a este Ayuntamiento un endeudamiento de 29 millones de euros para temas muy determinados y aprobados de antemano, al objeto de que no se produzcan “desvíos” ni se caiga en los caprichos a los que tan aficionados son en el equipo del Sr. Fenoll.

Ahora que las circunstancias políticas han variado y que la correlación de fuerzas de doce más uno, hace posible establecer una nueva mayoría en la oposición, que intenta alcanzar acuerdos en asuntos que son positivos para Benidorm, el Alcalde se sorprende e incluso él que lo ha venido practicando por sistema, habla de “rodillo”, sin percatarse de que trece siguen siendo más que doce, aunque ahora la mayoría no esté de su parte.

Pero que no tema, que no es intención de esa nueva mayoría imitar su desastroso modelo de gestión, sino todo lo contrario. Haremos todo lo humanamente posible para sumar al PP a todas aquellas iniciativas -muchas de ellas rechazadas hasta la fecha- que beneficien a Benidorm y a sus vecinos/as. Ese es nuestro compromiso por más que Pérez Fenol se empeñe en aplicar la ley del embudo.
Buenos días y buena suerte

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